Con esa demente rebeldía que amo tanto,
Luminosa tu voz en este oscuro silencio,
Otra vez fracturas mi cráneo entrando en mi mente,
Estadía en la imaginación sedada por el sabor de tu mirada,
Esta vez ya no habrá regreso a tus labios solo un nueve y un
veintiuno.
Por: Martín Pérez Ramírez
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