Ella nunca te fallara,
Tardía o temprana pero no faltara,
El fin de un nuevo comienzo,
El dolor es extrínseco ya.
Con sus blancas y gélidas batas,
Aproximándose lenta o aceleradamente,
Algo sin duda siempre es,
Hasta el fondo de sus huesos, frívola.
Ni mala ni buena,
Te desea con vehemencia,
Pero te guarda a tu tiempo
Con su mas grande amiga, la tristeza
Pero la paz le hace compañía
Vestida de blanco
Hermosa y deslumbrante,
Ella y solo ella, nunca te fallara
Por: Martín Pérez Ramírez
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