Yo soy, el danzante sin piernas,
el músico que no ejecuta con su cuerpo,
aquel rebosante de pasión,
alcance a postrar sus labios sedientos
en los dulces y suaves de su musa,
que con el mas terso aliento
logre tocar las cuerdas de su alma e hipnotice su ser,
olvidando la tristeza efímera y pasajera,
con tan solo hacerte mía con una palabra susurrada,
pero resguardando el dulce vino de tu olor impregnado en mi
ser
con cada nota tocada en tu sonrisa
amada mía, ese soy yo
Por: Martín Pérez Ramírez
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