y pensar que todo eso,
lo que pudo se, pero no existe,
no existe en la realidad,
solo existe en mi hilarante locura
esa locura que llena mi ser,
ahogando cada gota de coherencia,
ya no hay realidad en mi mente,
solo el aroma de tu piel acompaña mi demencia,
y ahora nadando en el veneno,
el veneno dulce de los recuerdos,
hace mi locura y mi realidad,
las hace llevaderas como un castigo,
aquel castigo que no me libera,
me mantiene agonizando sin dejarme partir,
negándome la posibilidad de descansar,
locura incauta que no me deja morir.
Por: Martín Pérez Ramírez
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